Los caminos de Ousmane Dembélé y el FC Barcelona no parecen estar cerca de continuar en la misma dirección. La renovación del atacante francés, que termina contrato el 30 de junio de 2022, se ha estancado y la última reunión, celebrada este miércoles, no ha dado los frutos que se esperaba.

Es más, ha habido incluso momentos de tensión, según informa el diario Sport. Representantes del jugador -que se encuentra confinado tras haber dado positivo en covid- y de la directiva azulgrana han mantenido un encuentro que no ha llegado a buen puerto.

El jugador quiere quedarse en el club culé donde se siente apreciado y donde, a pesar de sus múltiples lesiones, ha dado buena cuenta de su calidad, aunque no ha tenido la continuidad necesaria. Por eso, quiere seguir de azulgrana y triunfar.

Sin embargo, sus agentes están tensando la cuerda con las condiciones y desde el Barça no están dispuestos a ceder de más dadas las circunstancias económicas que atraviesa la entidad y más teniendo en cuenta que Ousmane ya es uno de los mejores pagados de la plantilla.

A partir del 1 de enero, los agentes de Dembélé podrán negociar con otros clubes, pero intentarán agotar hasta el final la opción del Barça que, ahora mismo, ve al francés más fuera que dentro.